Pozos de agua amenazan mantos acuíferos en Michoacán: la mitad de ellos son ilegales

Mientras muchas comunidades del estado carecen de agua potable, los principales cultivos de frutos de exportación acceden a grandes volúmenes de agua de manera irregular.

Foto: Pixabay.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Pozos de agua de Michoacán siguen en completa irregularidad: al menos 50 por ciento de los miles de sistemas de extracción subterránea de las principales zonas agrícolas son ilegales. Ni siquiera existe un padrón de cuántos pozos existen en el estado, por lo que se advierte que los mantos acuíferos se encuentran sometidos a un estrés sumamente importante.

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En entrevista, Germán Tena, director de la Comisión Estatal del Agua y Gestión de Cuencas (CEAC), advirtió que lo anterior implica un riesgo para los acuíferos del estado, cada día más afectados.

La regulación, permisos y supervisión de los pozos es responsabilidad de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la cual no ha presentado informes recientes de la cantidad pozos perforados en los últimos años.

A través de redes sociales se pueden identificar incluso empresas locales que ofrecen sus servicios para la detección y perforación de pozos para uso agrícola a costos accesibles. Tampoco ha trascendido si estas actividades serían lícitas en función de la extracción de los recursos hídricos en el estado.

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“Eso es materia federal, y aunque no nos lavamos las manos estamos en la mejor disposición de colaborar con la Conagua si así lo piden, para supervisar los pozos irregulares y clausurarlos, porque hay zonas donde siguen perforando en los sistemas y que pues no es correcto. Yo desconozco, pero calculo que un 50 por ciento están irregulares y como están irregulares no tengo el dato, pero por las denuncias ciudadanas que nos llegan sé que son bastantes”, manifestó el titular de la Comisión Estatal del Agua en Michoacán.

Ciudadanos se han quejado por lo anterior; mientras muchas comunidades del estado carecen de agua potable, los principales cultivos de frutos de exportación del estado siguen accediendo a grandes volúmenes de agua de manera irregular.

La perforación y la extracción constante ha provocado que en los últimos años se tenga que escarbar a mayor profundidad. Si bien hace una década las perforaciones alcanzaban los 50 metros, en los tiempos recientes se tienen que perforar los hasta los 300 metros y aumentando.

En voz del titular de la CEAC, la falta de agua ha comenzado a alcanzar a los productores; tal como lo han vaticinado especialistas durante los últimos años, las altas tasas de deforestación disminuyeron en gran medida la capacidad de infiltración y de escurrimiento natural de agua, por lo que las hoyas que antes se llenaban prácticamente solas, ahora requieren de esforzadas perforaciones de pozos de hasta 400 metros para alimentarse.

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El tema del agua es uno de los puntos más alarmantes a nivel de las comunidades de Michoacán. El consejo Estatal de Ecología (Coeeco) ha denunciado públicamente a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) por haber autorizado una gran cantidad de perforaciones de pozos de agua para uso agrícola en la región, por otra parte, ha negado durante años la perforación para la extracción del vital líquido a comunidades de escasos recursos.

Lo anterior, ha dejado a comunidades que en años pasados se abastecían de arroyos y estanques, completamente afectadas, toda vez que los escurrimientos naturales son cada vez menores y los pozos de agua presentan grados de abatimiento.

Es común que las familias tengan que caminar hasta 8 kilómetros al día para obtener raciones de agua por mucho, muy menores a las que se requieren para las necesidades diarias.

El agua como recurso natural es uno de los puntos más afectados y sobre explotados por la práctica agrícola en el estado y uno de los menos protegidos. Según informes del Instituto de los Recursos Naturales (Inirena), cerca del 70 por ciento del agua de Michoacán se destina al uso agrícola y más del 40 por ciento de los millones de metros cúbicos que se explotan al año se desperdician por la falta de supervisión.

Foto: Pixabay.

Contrario a lo que señala la legislación federal en torno al manejo del agua, la distribución del agua se ha hecho completamente a la inversa. Poblaciones enteras son dejadas en tercer plano para el abastecimiento, en tanto, la agricultura se ubica como la primera actividad de consumo, seguida muy detrás por el uso industrial.

Se trata de una agricultura que ha calificado como “rústica”, en la que se emplean grandes cantidades de agua de manera poco productiva. El 70 por ciento del agua potable que se usa en nuestro estado se destina a uso agrícola, aun cuando este sector podría emplear aguas de plantas de tratamiento luego de su uso urbano y social.

En lo que respecta al uso urbano, solo se emplea el 25 por ciento del agua disponible para las ciudades en tanto el 5 por ciento se concentra en usos industriales.