La casa del jabonero: Maromas de la Cuatroté y machincuepas panistas

La política mexicana es un circo lleno de payasos de la tribuna, saltimbanquis de las dependencias, malabaristas de los acuerdos, ilusionistas de la inversión pública, prestigitadores del presupuesto y domadores de las crisis

Jorge A. Amaral

Durante el sexenio de Felipe Calderón, los personajes identificados como de la izquierda mexicana, como los afines a López Obrador, se opusieron férreamente a que se militarizara el país, y es que la salida del Ejército y la Marina a las calles trajo una cascada de abusos a los derechos humanos, como ejecuciones extrajudiciales, encarcelamientos injustificados en que se sembraban evidencias para incriminar, tortura, golpizas, desaparición forzada y mucha corrupción.

Durante su campaña, fue promesa del presidente devolver a los militares a sus cuarteles, quedando la seguridad pública en manos de civiles. Primero se creó la Guardia Nacional, en la que hay militares haciendo de policías, y dijeron que la corporación tendría mandos civiles. Y su creación se justificó en el hecho de que las corporaciones estatales y municipales están infiltradas por el crimen organizado y nos son 100 por ciento confiables.

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Ahora, aderezado con videos que evidencian actos de corrupción de elementos de la Guardia Nacional, se toma la decisión de que los militares sigan en las calles.

Parecerá una contradicción de la Cuarta Transformación, pero ya nos aclararon que el que sigan las Fuerzas Armadas en las calles no es una militarización, sino el fin de tal cosa, puesto que ahora sí hay fecha para que el Ejército y la Marina vuelvan a las calles: 27 de marzo de 2024.

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Lo anterior quiere decir que AMLO no va a desmilitarizar la seguridad pública, sino que, con ese acuerdo, ya será en 2024 que el siguiente presidente tendrá unos meses para definir si sigue con el mismo esquema o no.

El argumento del gobierno federal para no cumplir la promesa del presidente es que la Guardia Nacional aún no está preparada para asumir el control de la seguridad, y eso era de esperarse con la creación al vapor de una nueva corporación, que terminó siendo los mismo pero en camionetas blancas, porque siguen siendo militares haciendo labor de policías, pero además muy acotados en su actuar por la misma falta de preparación en la materia.

La decisión de prolongar la estancia de militares en las calles hasta prácticamente el final del sexenio es una forma de curarse en salud: con policías corruptos es complicado contener al crimen organizado, por eso se necesita a los militares, para contener un poco al crimen organizado, que se vea como que se les combate aunque en realidad no se esté haciendo más que el mínimo necesario para disminuir el poder del narco. No exagero: ¿cuántos peces gordos han sido aprehendidos desde que AMLO está en la presidencia?

La CNDH y organismos internacionales criticaron la medida por el riesgo de que se incrementen los abusos a los derechos humanos.

Pero hay algo más chistoso en todo esto, algo que raya en el ridículo, más que las maromas de los afines de la Cuatroté para defender la decisión presidencial, más que el AMLO del presente contradiciendo al AMLO del pasado: la reacción de los panistas.

Los mismos que defendían a capa y espada que el Ejército estuviera en la guerra contra el barco emprendida por Felipe Calderón, los mismo que catalogaron la medida como necesaria, son los que hoy se desgarran las vestiduras y llaman a hacer frentes comunes para impedir que AMLo militarice al país, porque ahora sí saben que el Ejército pues incurrir en abusos, ahora sí saben del riesgo de tener soldados haciendo de policías cuando su preparación no es de seguridad pública, sino castrense.

Ahora salen los de la derecha, como perredistas y panistas, con el cuento de los derechos humanos, las garantías individuales y todo eso ante lo que callaron en sexenios pasados, y atrás de ellos, en la pista de este circo con animales que es la política mexicana, los morenistas y afines al presidente, a decir que la militarización es buena y es lo que México necesita. Yo no voy a decir si estoy a favor o en contra, sólo diré que aprecio mucho la congruencia como una virtud en las personas.

Al final la política mexicana es un circo lleno de payasos de la tribuna, saltimbanquis de las dependencias, malabaristas de los acuerdos, ilusionistas de la inversión pública, prestigitadores del presupuesto y domadores de las crisis, que no sean también acróbatas de la congruencia. Es cuánto.

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Adiós, Jorge Santana

A finales de la década de los 60 y principios de los 70, con la irrupción de Carlos Santana en la música y el precedente que sentó en el rock y el jazz al fundar lo que daría en llamarse latin jazz, muchas bandas de rock y jazz querían sonar como la primigenia Santana Blues Band. Hubo muchos grupos tanto en México como en Estados Unidos que emularon a Carlos Santana, como Bandido, El Chicano o War, pero sólo uno podía presumir de tener a un Santana en la guitarra: Malo.

Originalmente llamado The Malibus, Malo es un referente del latin jazz y el rock chicano, y Jorge Santana gracias a ello se constituyó como uno de los más serios exponentes de esa vertiente musical, lo que lo llevó también a integrarse a la portentosa e imponente Fania All Stars, a donde entraba lo más selecto de los músicos latinos en Estados Unidos (Tito Puente, Celia Cruz, Poncho Sánchez, Rubén Blades, Héctor Lavoe).

En su carrera también hay que destacar el trabajo que hizo en 1994 junto a su hermano Carlos y su sobrino Carlos Hernández en el disco “Brothers”, que es puro jazz latino en toda su extensión. En solitario se le recuerda por dos discos “Jorge Santana” e “It’s all about love”.

Si al primigenio Carlos Santana se le recuerda por “Jingo” o a El Chicano se le rememora por “Viva Tirado”, a Jorge Santana y Malo se le recuerda por lo que es considerado un himno chicano en California: “Suavecito”, que ha dado pie a toda una parafernalia identitaria. Salud y descanse en paz.

Postdata que pregunta qué esperan

Esta semana se dio a conocer la presentación, por medio de un video, del Cártel de Zicuirán Nueva Generación, como filial del grupo delictivo que comanda El Mencho.

El video llama la atención porque, a deferencia de otras ocasiones, en que quien lee el comunicado amenaza a otros grupos delictivos o autoridades, señalando que van por fulano o zutano, o bien se dirigen a la sociedad para decir que acabarán con ratas, secuestradores y toda clase de delincuentes para limpiar la zona, en esta ocasión fue distinto y hasta alarmante.

En el video, la persona que habla se dirige a las autoridades, a quienes primero muestra respeto pero invita a no sólo no interferir en sus actividades, sino también a no meterse en la región, que ellos, dice, ya tienen bien delimitada.

Vaya, el video es un reto y una afrenta directa al estado. Si eso no alarma al gobierno del estado y al federal, no sé qué más se requiere. Al rato aparecerán las primeras víctimas. Al tiempo.