En su renuncia, dice Alfonso Durazo que disminuyó la violencia; nosotros tenemos otros datos

El secretario de Seguridad del país renunció a su encomienda para buscar la gubernatura de Sonora, en medio de retos en seguridad pública y estadísticas de violencia que parecen ser contradictorias.

Foto: Twitter.

Jorge Ávila / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Este 30 de octubre, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño, presentó su renuncia al cargo. Mediante una carta dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador, Durazo Montaño destaca lo que considera logros en materia de combate a la inseguridad en México, sin dejar de mencionar que “recibimos un país oliendo a pólvora”.

PUBLICIDAD

Encomiando el nuevo andamiaje de seguridad en el país, con la desaparición de la Policía Federal y la creación de la Guardia Nacional como principal recipiendaria de las tareas de seguridad pública, también se le cambió de nombre a lo que fuera la Secretaría de Seguridad Pública federal, pero además, la Procuraduría General de la República pasó a ser Fiscalía General de la República, con el fin de dar mayor autonomía a la dependencia que durante sexenios estuvo marcada por la corrupción y los abusos.

El ahora exfuncionario señala que incluso en 2019 se redujo la cantidad de víctimas del delito de homicidio doloso, y es que, hasta enero del año pasado, 2018 era considerado el año más violento en la historia reciente de México, pero no es así. Veamos:

“Con esos instrumentos a mano, hemos ido dejando paulatinamente atrás los días más negros de la inseguridad. Nuestro país registra ya una disminución sensible en 13 de los 17 rubros de la incidencia criminal que afectan más directamente a la población, como robo de vehículos y a casas habitación, secuestro, asalto a transeúntes, entre otros. Incluso, durante 2019 se logró un punto de inflexión en el número de homicidios dolosos”.

PUBLICIDAD
Alfonso Durazo, extitular de la SSPC.

Con 33 mil 341 muertos y 861 feminicidios se fue Peña Nieto

El año 2018, el último del sexenio de Enrique Peña Nieto, salvo el mes de diciembre, cerró la cifra de muertos por la violencia con un saldo final de 33 mil 341 personas asesinadas, lo que representó un aumento de 15 por ciento en el total de personas ultimadas en 2017, año que ostentaba hasta ese entonces el récord de violencia.

Así, los homicidios dolosos repuntaron en 2018 en 24 de las 32 entidades federativas, pues según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en diciembre de 2018 (primer mes del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador) se registraron 2 mil 842 víctimas de homicidio intencional y 74 de feminicidio. En total 2 mil 916 personas asesinadas.

A las 33 mil 341 personas asesinadas en todo 2018 hay que sumar 861 a mujeres víctimas de feminicidio. Estos datos indican que durante ese año fueron asesinadas, en promedio, casi 91.3 personas todos los días, un aproximado de 3.8 personas asesinadas violentamente cada hora.

Con esos datos se confirma que hubo un aumento de los homicidios dolosos por cuarto año consecutivo, pues mientras en 2014 la tasa de homicidio doloso era de 12.96 casos por cada 100 mil habitantes, para 2015 pasó a 13.32, en 2016 ascendió a 16.49, en 2017 se disparó hasta 20.27 casos y 2018 cierra con 23.1 casos.

Así, si sumamos a los muertos por homicidio doloso y a las mujeres víctimas de feminicidio, tenemos un total de 34 mil 202 personas asesinadas.

En 2019, 34 mil 582 personas muertas: sí subió

Durante 2019 s2019 20e registraron 34 mil 582 víctimas de homicidio doloso, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Esto representa un aumento de más de 2 por ciento con respecto a los homicidios dolosos que se cometieron en 2018, año en el que se registraron 33 mil 341, sin contar a las mujeres víctimas de feminicidio.

En estas entidades se registraron las cifras más elevadas durante 2019: Guanajuato, con 3 mil 540; Baja california, con 2 mil 859; Estado de México, con 2 mil 856; Jalisco, con 2 mil 672; Chihuahua, con 2 mil 554; Michoacán, con 2 mil 049; Guerrero, con mil 875; Veracruz, con mil 605, y la Ciudad de México, con mil 557.

Las cifras del SESNSP confirman que 2019 es el año más violento en la historia reciente de México con 35 mil 588 víctimas en total(34 mil 582 de homicidios dolosos y mil 006 feminicidios), hechos registrados en 30 mil 377 carpetas de investigación. El 2018 era el año más violento con 33 mil 341 víctimas de homicidio doloso.

Foto: Víctor Ramírez.

En cuanto a feminicidios, los datos revelan que en 2019 hubo mil 006 víctimas, hechos relacionados con 976 carpetas de investigación. Es decir, dicho ilícito tuvo un alza del 10.3 por ciento con relación a la cifra de 2018, cuando se registraron 861 víctimas de feminicidio. Las entidades con mayor registro de carpetas con este ilícito son: Veracruz (163), Estado de México (125), Puebla (60), Ciudad de México (68) y Michoacán (70), mientras que San Luis Potosí fue el único que registró cero casos.

Otros delitos considerados de alto impacto, como el secuestro y la extorsión, también aumentaron en 2019: en el caso del secuestro se registró un alza de 3.5 por ciento en el número de víctimas pues pasó de mil 559 víctimas en 2018 (hechos registrados en mil 329 carpetas de investigación) a mil 614 (éstos últimos registrados en 1322 expedientes).

En tanto, el delito de extorsiónfue el que mayor crecimiento ha tenido durante la actual administración. Este delito registró un alza del 29 por ciento en el número de víctimas y 28 por ciento en el número de carpetas de investigación.

En 2018 hubo 6 mil 606 víctimas de extorsión relacionadas con 6 mil 432 carpetas de investigación, mientras que en 2019 se contabilizaron 8 mil 523 víctimas y 8 mil 266 carpetas de investigación. Este año bajó a 6 mil 368.

En 2020, 26 mil 231 en 9 meses

Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública indican que en los primeros 9 meses de 2018 se registraron 25 mil 282 personas víctimas de homicidio doloso, y para el año pasado, en el mismo periodo se contabilizaron 25 mil 890 homicidios en nuestro país, 2.4 por ciento más que el año anterior.

Este año ha sido también de los más violentos a nivel nacional y no hay muchas variaciones en cuanto al número de víctimas, pues en el rubro de homicidio doloso, en enero se registraron 2 mil 994; en febrero, 2 mil 773; en marzo, 3 mil 038; en abril, 2 mil 933; en mayo, 2 mil 925; en junio, 2 mil 873; en julio, 2 mil 987; en agosto, 2 mil 927, y en septiembre, 2 mil 729, para cerrar los primeros nueve meses de este año con 26 mil 231 víctimas de homicidio doloso.

En materia de feminicidio las cifras podrían ser más alentadoras, pues entre enero y septiembre se registraron 724 víctimas, frente a los mil 006 registrados el año pasado, quedando de esta manera la cifra de cada mes:

  • Enero, 76.
  • Febrero, 93.
  • Marzo, 79.
  • Abril, 73.
  • Mayo, 73.
  • Junio, 99.
  • Julio, 76.
  • Agosto, 77.
  • Septiembre, 78.

En materia de secuestros, este año suman 796 carpetas de investigación, en tanto que en el delito de extorsión, pese a ser de los menos denunciados por el temor que los delincuentes infunden en las víctimas, en los primeros 9 meses de este año ya se acumulan 6 mil 368 carpetas de investigación a nivel nacional.

¿Se acabó el dominio del narco?

En una entrevista con La Jornada antes de dejar el cargo, Alfonso Durazo aseguró que en ninguna zona del país priva el dominio del narco, por lo que ya no hay organización delictiva que tenga capacidad para retar al Estado, y enfatizó que “nuestra estrategia no ha fallado”.

“Históricamente había zonas administradas y hasta gobernadas por el crimen organizado. Eso se acabó. Eso ya no sucede ni en el Triángulo Dorado –zona que se localiza en los estados de Sinaloa, Durango y Chihuahua y que controló Joaquín “El Chapo” Guzmán– ni en la Tierra Caliente de Michoacán ni en Miguel Alemán, Tamaulipas. Esto no significa que no haya presencia de criminales, sólo que ya no dominan en esos lugares”, sostiene.

Y ese discurso lo replicó en su misiva de renuncia, en la que señala:

“El crimen organizado ha sido privado de lo que hasta hace poco había considerado su territorio; hemos despojado a los grupos criminales de su capacidad para retar al Estado mexicano. Ello no significa que no enfrentemos problemas con las organizaciones criminales, significa tan sólo que su capacidad es ahora insuficiente para retar al Estado”.

Alfonso Durazo.

Pero los hechos y los datos oficiales indican que México quizá atraviese por uno de los momentos más sangrientos de la historia reciente, pues sólo por poner dos ejemplos, en marzo, con las ciudades prácticamente cerradas por las restricciones a que obligó la pandemia de COVID-19, 3 mil 038 personas fueron asesinadas y 79 mujeres fueron víctimas de feminicidio, y en abril las cosas no mejoraron mucho, puesto que se registraron 2 mil 933 asesinatos y 73 feminicidios a nivel nacional. Y la violencia continúa.

Con todo y la celebrada detención de José Antonio Yépez, El Marro, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, la violencia en Guanajuato no ha cesado: con la caída del cártel local, el de Jalisco Nueva Generación se ha afianzado y multiplicado la violencia para eliminar lo que aún queda del grupo del Marro.

Por ejemplo, el día de ayer, en Jerécuaro, una camioneta fue abandonada en la carretera a Apaseo el Alto. La unidad había sido incendiada pero al interior se localizaron cuatro tambos con restos de cuerpos desmembrados, presumiblemente de tres personas.

Foto: Twitter. Una camioneta con 4 cuerpos desmembrados en su interior fue incendiada y abandonada en Jerécuaro.

En el catálogo de barbaridades que suceden en Guanajuato, las fosas clandestinas ocupan un lugar destacado. Horas después del hallazgo en Jerécuaro, a 66 kilómetros de ahí, en elmunicipio de Salvatierra, la Comisión Nacional de Búsqueda de México confirmó el hallazgo de fosas clandestinas con al menos 59 cuerpos, aunque se teme que la cifra alcance los 100 cadáveres porque las labores, hasta este miércoles, aún no concluían.

Al otro lado del país, en Veracruz, específicamente en Acayucan, Minatitlán y Coatzacoalcos,se registraron narcobloqueos como supuesta respuesta a las recientes tareas de seguridad en el territorio. La terminal de autobuses de Acayucan fue blanco de los ataques de supuestos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación. En el sitio reportaronel incendio total de una unidad de pasajeros.Además se registró un ataque con bombas molotov en una tienda de autoservicio, así comoincendios en automóviles y camionetassobre la carretera rumbo a Minatitlán.

En redes sociales circuló la imagen de una narcomanta dirigida al secretario de Seguridad Pública de la entidad, Hugo Gutiérrez Maldonado, misma que fue retirada de un puente peatonal. “En Veracruz no te queremos, puerco, a ti y a tus malditos zetas que trajiste de Monterrey. Hugo Gutiérrez Maldonado”, se puede leer en las fotografías publicadas en Twitter.

El relevo de Durazo

Quien virtualmente será nombrada titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana es la actual coordinadora general de Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Rosa Icela Rodríguez Velázquez.

La funcionaria fue secretaria de Gobierno de la Ciudad de México en la administración capitalina de Claudia Sheinbaum y ha estado en la función pública desde que Andrés Manuel López Obrador fue jefe de Gobierno de la Ciudad de México, además de estar en las administraciones de Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera.

Rodríguez Velázquez es licenciada en Periodismo por la Escuela Carlos Septién García y tiene estudios sobre seguridad pública, seguridad nacional y gobernabilidad. Fue coordinadora general de Comunicación Social en la primera Legislatura de la Asamblea Legislativa.

Contenidos relacionados


Con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en la Ciudad de México se desempeñó como directora general de Concertación Política y Atención Social y Ciudadana en la Secretaría de Gobierno de 2000 a 2006. Con Marcelo Ebrard fue la coordinadora general del Gabinete de Gobierno y Seguridad Pública de la Jefatura de Gobierno y titular del Instituto para la Atención de los Adultos Mayores.

Con Miguel Ángel Mancera fue secretaria de Desarrollo Social y fungió como secretaria de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades del año 2015 al 2018.

Llegó a la Secretaría de Gobierno con Claudia Sheinbaum y el 25 de julio de este año, Andrés Manuel López Obrador la nombró coordinadora general de Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

También trabajó en Televisa Radio y en los periódicos El Universal, La Afición y La Jornada. Es coautora de cuatro libros enfocados a la atención de las personas mayores.

Ha impartido diversos diplomados y cursos, y ha representado al gobierno de la Ciudad de México en foros nacionales e internacionales organizados por Naciones Unidas (ONU), por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otros, labor por la que ha obtenido diversos reconocimientos.

Los pendientes, según Durazo

Sea Rosa Icela Rodríguez o cualquier otro perfil el que llegue a la SSPC, a decir de Alfonso Durazo en su renuncia, quedan algunos pendientes, como “avanzar sensiblemente en el rezago histórico que representan los homicidios dolosos, esa herencia negra de sexenios de corrupción de políticos y funcionarios públicos que pusieron los cuerpos de seguridad al servicio de una u otra organización criminal”.

También falta “avanzar en el mejoramiento de las policías estatales y municipales, así como en el de las instancias de investigación, procuración y administración de justicia”, lo cual se antoja complicado con la desaparición del Fortaseg, pues la eliminación de este programa deja sin dinero a estados y municipios para avanzar en el fortalecimiento de las instancias de seguridad pública.

Pero aun así, Alfonso Durazo confía en que en el futuro, el diagnóstico sobre su labor sea benéfico, y es que considera su función al frente de una de las dependencias cruciales del Estado mexicano como algo más que función pública, sino como algo religioso: “La Historia, que es en su esencia insobornable, juzgará a su debido tiempo nuestro desempeño y habrá de ser sin duda generosa; no pasará en vano el cumplimiento de nuestra responsabilidad con tintes de apostolado”.

Foto: Twitter.